viernes, 30 de enero de 2009


EL CASO WELLS - THE FLOCK
ANDREW LAU - DEA PLANETA
No hay monstruos más aberrantes y tenebrosos que los reales, esto es así y no se puede cambiar.
Aquí llegó el asiático Lau para dejar un cremoso ÑORDO en USA y salir corriendo para hong-kong. Esta Mierda cara,ejemplar muestra de lo malo que fué SEVEN para el cine, es un thriller con una idea base interesante, que podía llegar a mucho más que nauseabundo producto de TV de noche, (la insuficiente vigilancia de los agresores sexuales y el vigilante contaminado por el abismo de la maldad).
aunque el tema de personalidades mutadas ha dado grandes y acertadas exposiciones de personajes y paisanajes (taxi driver, Cowboy de medianoche, Teniente corrupto, Donnie brasco) y otras cuando menos reseñables (Dark blue, acero azul, al limite, rush etc...). El caso wells es mala hasta decir basta, su montaje mareante, rapido y desordenado, su cromatismo grumoso y amarillento, su fotografía oscura, su música -a cargo de guy farley, que me imagino en condición impuesta- shoreiana, , y absolutamente todo lo posible, indica que la producción intenta repetir el exito de la pelicula de Fincher, incluyendo de regalo un desenlace donde, me cago en la puta, sólo falta que aparezca la cabeza de la Paltrow en algún lado del plano, así, se alza en el primer puesto de todas las pseudoproyecciones de seven (entre ellas, el Resurrection ó la vomitiva Premonition con la bullock).
Richhard gere, (que si por mi fuera, en vez de engrosar titulos a su filmografía, lo haría engrosar en la lista del paro) está para matarle, Clarie danes también, avril lanvidge que siga en el pop-rock,, y Andrew Lau que venda CD´s piratas por los bares, para que no nos haga de sufrir su dudoso gusto.
La infección de "El caso Wells" llega a limites catastróficos, y la metastasis cancerígena cinematográfica necesita de historia burdamente truculenta para annimar el cotarro, cosa innecesaria pues podía haber sido un buen título y un acercamiento atractivo hacia el vigilante estatal de agresores sexuales, su mundo interior, su siniestro mundo exterior y los monstruos que habitan en él, una pena penísima.

PARA TOMAR POR CULO, DE CALLE. UN 0

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